martes, 10 de agosto de 2010

Los desaciertos en materia de vacunación del nuevo gobierno

Las declaraciones del Ministro Mañalich en relación con su interés por promocionar estrategias preventivas, choca con los múltiples desaciertos ocurridos en el programa de inmunizaciones, programa de prevención que se sitúa en los cimientos de cualquier enfoque preventivo.
Las nuevas autoridades de salud, desde antes de asumir sus funciones , mostraron su interés por modificar las definiciones y estrategias de vacunación definidas en el gobierno anterior, aun sin conocerlas cabalmente.

1. La campaña de vacunación antiinfluenza AH1N1 2010

Dentro de las primeras medidas adoptadas por el gobierno se incluyó la extensión de la vacunación contra la influenza a toda la población de adultos mayores del país, sin contar para ello con evidencia alguna que justificara la vacunación de adultos mayores sanos ni tampoco de toda la población como se decidió post terremoto. La inconveniencia de esta medida radica básicamente en dos elementos:

• Los adultos mayores tienen inmunidad en una proporción muy importante dado que se inmunizaron en la pandemia del año 1957. A esto se agrega el mayor riesgo de complicaciones como Guillain Barre.
• El objetivo de vacunar este año solo a grupos con más riesgo de complicaciones definida en la gestión anterior obedeció a que la pandemia iba en franco descenso y la mayor parte de la población en Chile se inmunizo con la Epidemia en el 2009.

A pesar de que se entregó la evidencia a las nuevas autoridades, decidieron igualmente la adquisición de 1.000.000 de dosis adicionales de vacunas antinfluenza, en un escenario de múltiples necesidades emergentes derivadas del terremoto. A esto se sumó una estrategia improvisada para abordar la vacunación de 4.000.000 de personas en un periodo no mayor de 6 semanas. Esto requería de un nuevo diseño para llegar a un número tan elevado de personas en un escenario que ya se conocía difícil por estar aplicando una vacuna nueva. Hasta esta fecha no hay claridad en la modalidad de adquisición, el precio a que fue adquirida y la asociación de esta compra con ciertas “donaciones” de vacuna recibida.

A poco andar la estrategia de vacunación tropezó con la masiva circulación de correos electrónicos alarmantes de grupos de antivacunas, que sembraron dudas y temor en la comunidad, sin que en ninguna oportunidad las autoridades se dirigieran a la población con el fin de aclarar una a una las malintencionadas afirmaciones contenidas en el e mail, todas fácilmente descartables. En su lugar su realizaron declaraciones vagas en relación a la seguridad de la vacuna que de forma alguna permitieron a la población disipar las dudas sembradas.

Las inconsistencias declaradas son múltiples, solo a modo de ejemplo, el 4 de mayo la Subsecretaria Jadue afirma que se han vacunado 2.200.000 personas, y posteriormente, en el discurso del 21 Mayo, el Presidente de la República informó al país que “Más de 4 millones de personas fueron vacunados contra la influenza humana.”, ¿se debía entender que entre el 4 y el 21 de mayo se vacunaron 1.800.000 personas?- Hasta la fecha, el Ministerio de Salud no ha publicado ninguna estadística acerca de las coberturas logradas en cada uno de los grupos objetivos iniciales y ni de aquellos que se fueron sumando a medida que transcurría en tiempo. Resulta por decirlo menos desconcertante que después del anuncio del 21 de mayo, que cualquiera hubiera pensado se había agotado la existencia de vacunas antiinfluenza, el 1° de junio de 2010, se anunciara la extensión de la vacunación a toda la población, indicando a la vez haber alcanzado la cifra de 3.150.000 dosis. Es decir, el anuncio del presidente del 21 de Mayo era falso.

Como si toda esta confusión de información fuera poco el 30 de junio la Subsecretaria Jadue declara: ““Le estamos ganando la batalla a la gripe AH1N1 gracias al esfuerzo compartido entre la comunidad, los profesionales de los establecimientos de salud y al Ministerio”, sin que se entregaran cifras de personas vacunadas, ni de la bajísima circulación de virus influenza a esa fecha, ¿qué batalla cree haber ganado?

Cabe destacar que durante la campaña de vacunación antiinfluenza 2009, un año antes, el Ministerio de Salud puso a disposición de toda la comunidad en su página web la estadística de personas vacunadas, por grupo objetivo y por región actualizada en forma diaria. La población tiene derecho a saber cuantas dosis de vacunas se compararon en forma innecesaria y permanecen aún guardadas ¿o han ya han sido destruidas?


2. La vacunación antihepatitis A:

La dramática situación vivida con el terremoto del 27 de febrero hizo necesario disponer la vacunación antihepatitis A en las zonas amagadas, las que permanecieron varias semanas en mala condiciones de saneamiento básico: la vacunación se inició antes de una semana de ocurrido el terremoto. Hasta la fecha se desconoce el universo de personas vacunadas, considerando que las dosis recibidas en donación superan las 100.000 dosis. Asimismo no se ha dado a conocer ninguna estrategia para la administración de la segunda dosis a la población vacunada, lo que debiera ocurrir a partir del próximo mes de septiembre.

3. Las cámaras frías:

Durante 2009, el Ministerio de Salud dispuso la instalación de cámaras frías en las centrales regionales de vacunas, con el fin de reemplazar el antiguo sistema de acopio en base a refrigeradores en su mayoría domésticos. Este soporte logístico es indispensable para incorporar en forma segura las nuevas vacunas que el programa necesitaba incorporar, y para racionalizar los elevados costos de distribución que tiene repartir vacunas en pequeñas cantidades y en forma muy frecuente. No tiene justificación que no estén en funciones generando ya los beneficios mencionados.

4. La vacunación de menores de 5 años con vacuna antineumococica

Todo lo anterior son desaciertos que han dificultado la marcha habitual del programa, pero lo que resulta indignante e incomprensible es que estos desaciertos hayan afectado al más importante avance del programa de inmunizaciones planificado y financiado en el presupuesto 2010: la incorporación de la vacuna neumocócica conjugada del niño, deuda de equidad con la mayoría de los niños de Chile que no reciben esta vacuna disponible en el mercado hace varios años. No hay argumentos técnicos, ni de sentido común que justifiquen la insólita medida de llamar a licitación la nueva vacuna y luego adjudicar solo el 10% de lo requerido para iniciar la vacunación programática a partir el último trimestre de 2010. Las mismas razones que intentó utilizar Mañalich para asignar recursos del plan de reconstrucción para adquirir vacuna antiinfluenza en forma adicional, el deterioro post terremoto de la red pública de salud, se le debe exigir sea utilizada ahora para reponer los recursos destinados a este fin en el Presupuesto 2010.
El presupuesto 2010 de expansión del Programa Nacional de Inmunizaciones, PNI, presentado y aprobado por el Congreso planteo como principal problema a abordar en los próximos años el que existen vacunas con indicación de uso universal de demostrada efectividad (rotavirus, Hepatitis A, Neumococo) que en Chile solo están disponibles para quienes pueden adquirirla. Por esto se solicitaron y aprobaron M$ 4.088.200 para cobertura de vacuna contra St Pneumoniae a todos los < de 1 año en programa regular y campaña a todos los niños menores de 5 años.
St. Pneumoniae es la primera causa de Enfermedad invasora (Meningitis y Sepsis) en niños menores de 5 años, con letalidad entre 20 y 40 %. La vacuna esta incluida en Programas en: Canadá, EEUU, Barbados, Bahamas, Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Cuba, Panamá, Nicaragua, Colombia, Perú, Brasil, Uruguay y Argentina.

La inmunización de lactantes reduce en 75% la morbimortalidad por enfermedad Invasora y en 15 a 20% hospitalizaciones por IRA baja en < 3 años

Se otorgaron además M $ 478.441 adicionales para lograr un aumento de cobertura de 11.385 adultos mayores para llegar a una cobertura total de 356.385 beneficiarios

Por todo lo anterior, nos parece que si las autoridades valoran las estrategias preventivas de cuidado de la salud, lo deberían demostrar con hechos y no con acciones que muestran a lo menos falta de claridad en los objetivos sanitarios del sector y una peligrosa ignorancia y falta de formación en Salud Publica.

Ya es tiempo de pasar de las PROMESAS de buena gestión a, al menos, MANTENER la gestión de Salud Publica con estándares mínimos que no deterioren la salud de nuestros ciudadanos.

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